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Arqueólogo israelí encuentra dónde los romanos penetraron los muros de Jerusalén

Las posiciones de las balistas del ejército romano utilizadas en su ataque a Jerusalén en el año 70 de nuestra era pueden haber sido encontradas gracias a la evidencia arqueológica y los cálculos realizados por expertos de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Luego de que Judea fuese convertida en provincia romana en el 63 aec, no todos los judíos aceptaron el gobierno romano, ya que, aunque Judea era autónoma, todavía estaban bajo el poder de Roma.

Finalmente, en el año 66 de nuestra era, estalló una revuelta judía contra Roma, en ese momento gobernada por el emperador Nerón. Las legiones romanas, dirigidas por el general Vespasiano, fueron enviadas para sofocar este levantamiento. La revuelta fue generalizada y duraría varios años. Finalmente terminó con la caída de Masada en 73-74. Pero la batalla más importante fue el sitio de Jerusalén en el año 70.

Esto comenzó después de una breve pausa en el conflicto, provocada por la muerte del emperador Nerón. Vespasiano volvió a Roma, convirtiéndose en el nuevo emperador, mientras que su hijo Tito quedó ahora al mando de las legiones. Tito sitió a Jerusalén y después de un sitio de poco menos de cinco meses, irrumpió en la ciudad y destruyó el Segundo Templo.

Ese acto marcó el final de un período histórico para los judíos. ¿Cómo hizo el ejército romano para destruir el templo? Esa pregunta fue recientemente respondida por Kfir Arbiv, investigador de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

A lo largo de muchos años, las excavaciones arqueológicas pudieron descubrir una cantidad significativa de equipos militares romanos en la ciudad. Muchos de estos fueron encontrados por Arbiv y su colega investigadora, la Dra. Rina Avner, en el Complejo Ruso cerca de la Municipalidad de Jerusalén.

Hasta ahora, el equipo excavado consta de diversos elementos militares, como balistas, hondas, lanzas, puntas de flecha, espadas y catapultas.

En particular, Arbiv se centró en las piedras balista. Arbiv pudo comparar esas piedras con sus propios hallazgos de las ubicaciones donde se encontraron las piedras balistas y, a partir de ahí, Arbiv calculó desde dónde debieron haber sido disparadas.

Esta compleja serie de cálculos tuvo en cuenta numerosos datos, como la ubicación de las murallas de la ciudad, los ángulos utilizados para lanzar cada piedra y sus rangos, y la topografía local.

Como resultado, Arbiv ayudó a descubrir dos cosas: dónde se encontraba gran parte de la artillería romana y dónde los romanos probablemente lograron abrir una brecha en la ciudad. 

En cuanto a la ubicación de la artillería, parece que se colocó una cantidad significativa de ballestas en una zona ubicada alrededor del centro de la Jerusalén moderna. En cuanto a dónde los romanos probablemente irrumpieron en la ciudad, aparentemente sería el Complejo Ruso.

Las excavaciones en el área pudieron encontrar restos de la Tercera Muralla, la línea de defensa más externa de la ciudad y la zona más atacada por los romanos. 

 

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