Dr. Francisco Miraval
Para disipar toda duda desde el inicio, esta nota no se refiere ni a ciencia ficción, ni a especulación, ni a ninguna teoría de conspiración.
La nota se enfoca en un reciente descubrimiento realizado por científicos de la Universidad ITMO, en Rusia, quienes, junto con colegas de Alemania y de Egipto, determinaron que las cámaras de la Gran Pirámide de Guiza (cerca de El Cairo) pueden almacenar energía eléctrica y magnética.
En declaraciones preparadas, el Dr. Andrey Evlyukhin, supervisor científico del estudio, indicó que el proyecto se enfocó en determinar si la Gran Pirámide podía actuar como un “disipador resonante de partículas de ondas de radios”.
Los resultados, dice el estudio publicado en la revista especializada The Journal of Applied Physics, fueron no solamente “interesantes”, sino que tienen aplicaciones prácticas en el presente. Básicamente, la pirámide puede “capturar” las partículas y almacenarlas, lo que podría llevar a desarrollar mejores paneles solares en la época actual.
Se debe aclarar que, según los investigadores, es muy poco probable que los egipcios antiguos conociesen esas características de las pirámides o que la pirámide haya sido construida a propósito con esas características.
Sea como fuere, la Gran Pirámide concentra energía electromagnética dentro de sus cámaras.
Los científicos piensan ahora construir una pirámide a una escala mucho menor para reproducir los resultados. Si los resultados se comprueban, se podría aplicar ese descubrimiento al desarrollo de células solares de alta sensibilidad.
Cabe mencionar que se cree que la Gran Pirámide fue construida o quizá reconstruida por el faraón Kufu (Keops) hace unos 4500 años como su tumba, aunque el tema sigue siendo ampliamente debatido.